He escogido siete obras de mi propio recorrido en Basel 2015. Nada más lejos que pensar en jugar al número siete como lo máximo, ni el orden establecido como de más a menos -o a la inversa- desde la calidad o el éxito. Son siete piezas que tienen que ver con mi subjetividad y que a la vez, en este caso, engloban una mirada particular de lo visto y lo vivido en esta feria que hace de Miami: una vitrina al mundo de las artes plásticas.
Obispos. 2014 Jorge Lopez Pardo. Galería Pan American Projects.Miami
Es una pieza hiperrealista oscura como el sínodo donde ocurre el acto. El grafito le da una visión limpia y llena de interrogantes. Los obispos están en espera de una decisión final y parece que la lectura que mejor impera es la relacionada con una posible sentencia. Todo lo ocupa la naturalidad y, a la vez, bajo el misterio en una supuesta cripta. Todo está correcto…Dios habita en sus cabezas. Dios es un haz de luz cenital.
Mamá Postnuclear. 2015 Mario Soria Galería N2. Barcelona
Ante un virtual retorno de una segunda guerra fría Mario Soria opta, desde su estilo propio relacionado con lo infantil y lo kitsch, darnos una imagen aparentemente desenfada en las afueras del marco, entre la comicidad y lo postmilitar. Con un giro directo hacia el comic, decide reírse de nosotros desde el miedo que pueda surgir cuando una niña es a la vez madre mientras alude al periodo que da cita el título de la obra.
Inside my Heart. 2015 Tracy Emin. Galeria Carolina Nitsch. Nueva York
Todo sucede en este manto rojo. El amor tiene las sombras bien negras donde el pelo nace o donde se juntan las articulaciones. No vemos los rostros de los protagonistas, pero el beso en el sexo del amante es obvio. También lo es la expresión evidentemente expresionista y libre a la vez de prejuicios, que capta el momento más íntimo y pasional de dos seres que usan el vocablo de la piel. Procedente de los Young British Artists como Damien Hirst, fue finalista del premioTurner en 1999 con su famosa pieza My Bed, donde exhibía su propio camastro sucio y lleno de sábanas arremolinadas, libros superpuestos y un cenicero lleno de colillas y ceniza…Y es que cuando vida íntima y arte se unen, hay resultados como éste.
Marylin Pursued by Death 1963 Roselyn Drexler.
Relacionada con el movimiento pop de Andy Warhol en su momento, esta ciudadana del Bronx llamada Roselyn parece con su simbolismo aludir a una relación. Una similitud basada en una persecución. Realizada un año más tarde de la mítica muerte, 1962, de Marylin Monroe. Si bien este cuadro sale de una foto de un paparazzi… si decir que quien la persigue es su guardaespaldas (¿qué curioso no? Aunque toda la luz sale de un mismo lugar, la que origina el blanco en la camisa de la actriz y su bodyguard, el color oscuro de las gafas de sol se complementa con el negro de la noche. No hay territorio que cruzar… porque ya está en el lugar donde reposan los cadáveres.
Cames (piernas) 2001 Antoni Tàpies. Galeria Lelong. París
Esta es una pieza única de Antoni Tàpies que apostaría que ni el propio galerista lo sabe.. (Lo confirmo porqué hablé con él). Esta obra del maestro catalán une dos generaciones. O si me apuran, dos edades. O dos especies. O dos rótulas distintas desde la literalidad en la imagen. En la derecha queda claro el momento donde la vejez ya es un hecho con el calzoncillo blanco bordeando desde el movimiento el pie. En la otra, la difusión del trazo puede dar un sentido distinto a la pierna, desde rapidez a la singularidad. Siempre bajo el influjo del informalismo, aquel movimiento surgido del arte povera en España. Lo matérico y lo textural dan a Tàpies su sello de identidad.
Untilted 1964 Louise Nevelson
No es nada. Posiblemente orden natural. Organización de objetos en un espacio. Elementos agrupados por sus formas y superpuestos desde el libre albedrío. Pero tiene una lectura nítida y a la vez siempre monocolor. Nunca he amado tanto el “negro” como matiz en la madera desde que ella los satina con su quehacer propio y bajo la abstracción. Esta rusa emigrante a EE.UU dio lo mejor de sí en la posguerra neoyorquina. Basel nunca olvida su obra.
Rage 2014 Timothy Belknap.
La escultura ha tomado distintos caminos desde que el surrealismo la redescubrió. Como un juego dadá más, Rage es una pieza que solo toma el movimiento frágil de los globos junto al sonido leve de un motor eléctrico. La lentitud y la repetición son elementos muy importantes a la hora de visualizar y disfrutar una pieza que sorprendió por su sencillez y particularidad. Un espanto retenido por cualquier observador que esperaba ansioso el momento del estallido, no ocurrió. Los globos de color siguieron su curso circular por el mecanismo sin perturbar la presencia del espectador.
Untilted 2015 Elvire Bonduelle
Cuando vi esta pieza a primera vista me enamoré; es más, nunca lo hago por mi condición económica: le pedí un precio. Me acerqué a esta prestigiosa artista parisina, que es a la vez galerista de sí misma, y de dije:“ Me ha impresionado la limpieza y precisión de su trazo circular, la proporcionalidad del tamaño y la presión de la brocha en verde en determinados puntos. La caída hacia debajo de la composición aún acentúa mas su belleza y sus atributos nítidos”. Entonces, a mi entender, la artista hizo un error. Tomó el cuadro y lo giró en distintas posiciones cambiando la dirección y el peso compositivo. “¿Lo ve? …usted decide como lo coloca en la pared” me contestó. Investigando, me di cuenta que Elvire es una artista “decorativa”. Pero no sería justo apuntar que esta obra “sin nombre” tiene un valor estético único. Al menos yo me identifico en ella, y por eso la escogí. ER