1490 Biscayne Blvd, Miami
Viernes, Sábado y Domingo de 8 a 11 y sesión golfa de 11 a 1.
No hay disfraces entre el público; el día de los muertos aún no ha llegado. Pero sí una concurrencia masiva este sábado en Microteatro. Yo me atrevería a decir que, entre la audiencia, está parte del elenco teatral y televisivo en este momento de Miami. Todos quiere ver la comedia donde sus defectos, los defectos de los otros, su lado escondido en el horror, lo histriónico o lo cómicamente benevolente y atrevido les va a deparar en las obras de este período. Pues sí, hay para todos los gustos… como siempre. Voy a citar las que vi.
Arranqué con una comedia Abracadabra, palabra mágica que, en su origen arameo, significa “Yo creo lo que hablo” de July de Grandy y dirigida e interpretada con mucho humor por un Aladino ya entrado en años como yo, Osvaldo Strongoli, junto a una espectacular odalisca, Almarie Hernández y un Genio de la lámpara muy sui generis Jorge Luís Curbelo. Con un argumento muy divertido: ¿Qué pasa cuando Aladino frota la lámpara para pedir tres deseos y resulta que sale el genio y se enamora de él? Hay una respuesta que no devela el final pero dice mucho de la realidad de Aladino: “Nunca se gana con las mujeres”.
Necrofilia Fina. Avelino, un primito viejuco que ha heredado un caserón misterioso y lúgubre, va vestido con su gorra de dormir y una bata larga y ajada. Lee una carta para sí mismo en una de las dependencias de la mansión. En la pared hay varias fotografías de su querida prima. Al sacar una de ellas aparece su cara viva y decrépita. La muerta quiere comer ¿De qué va tener hambre un cadáver como ella? Vayan y averigüen. Dirección, producción e interpretación de Guillermo Quintanilla y Arancha Solís. Destacar el buen hacer de ambos en escena en una comedia inteligente y escrita con humor necrófilo, nunca mejor dicho, por Carlos Antanes.
Y de muerto a muerto… y tiro porque me toca. Otra farsa: A dos tumbas de distancia de ti. escrita por Nancho Novo, es una inquietante y nunca mejor dicho “jodida” conversación entre dos amigas muertas por accidente de tráfico en pleno velorio. Donde habrá que descubrir el porqué discuten cuando acudan a verla y se sientan parte de este ocurrente funeral. “Yo pienso salir a dar una vuelta esta noche antes de que me incineren”. Magníficamente bien montada y dirigida por Leandro Fernández, con una sencilla y brillante idea escenográfica. Buen trabajo de Edith Obregón. Y a destacar la figura de Rocío Álvarez con un papel radiante y encumbrado de mojigata y vengativa esposa que se obsesiona: por no saber en concreto qué paso con el pene mutilado de su esposo después de lo ocurrido. Risa asegurada y de buena calidad.
Custodia compartida. No solamente uno puede conllevar la custodia de un hijo con su mujer o su marido ¿Qué pasaría si en este caso fuera el amigo el que estuviera en el dilema? ¿Con quién se van lo amigos, y más cuando uno es informático y resuelve aquellas pequeñas pero decisivas cuestiones de tu disco duro o tu software en tu computadora?. Escrita y dirigida por José Brocco e interpretada por Francisco Porras, Consuelo Vega y por el propio director.
Y para finalizar en el campo de la comedia, una parodia emulando un título de un filme Almodóvar, Tacones Enanos. Muy bien escrita por la española Araceli Álvarez Sotomayor y perfectamente conceptualizada y dirigida en escena por Eduardo Pardo. Todo ocurre cuando una “mujer de su casa”, la señora Berta (Jeannette Lehr) se pone a la cola de la ventanilla de un banco y le dice al cajero Raúl (Pedro Pablo Porras) que quiere atracarlo. Los enredos mas impensables y las respuestas menos comunes, se suceden en medio de este diálogo. Los dos simulan la conversación en una ventanilla frente al público con gran astucia y una cantidad de registros propio de buenos actores que sacan lo mejor de sus personajes con la mayor comicidad y confianza al mismo tiempo. Un humor natural que aprecio mucho “El banco está quebrado señora… qué quiere que le diga”. ER