RESIDUOS
Sentada está la fragancia de tu olfato,
he venido esperando estaciones a ver qué me dices del tiempo,
de este tiempo indivisible a tus fastidiosas corrientes de dulzura.
Sentado está el cielo en tu desgracia,
solicitando un para siempre a tus espacios,
cierta armonía de sonido, lo bello o su equivalente,
la enemistad sagrada que igualmente calma el ansia de volvernos anormal para sufrirnos.
Predico tu figura, la ternura placentera de tu sistema nervioso,
lo deforme de tu mente vuelta olvido,
estrujo el flujo de cada uno de tus huesos,
el amor indigno como primer acto,
el teatro del placer más específico,
Cuando al cierre de la obra, el residuo de mi fe se va contigo,
he venido esperando estaciones a ver qué me dices del tiempo,
de este tiempo indivisible a tus fastidiosas corrientes de dulzura.
Sentado está el cielo en tu desgracia,
solicitando un para siempre a tus espacios,
cierta armonía de sonido, lo bello o su equivalente,
la enemistad sagrada que igualmente calma el ansia de volvernos anormal para sufrirnos.
Predico tu figura, la ternura placentera de tu sistema nervioso,
lo deforme de tu mente vuelta olvido,
estrujo el flujo de cada uno de tus huesos,
el amor indigno como primer acto,
el teatro del placer más específico,
Cuando al cierre de la obra, el residuo de mi fe se va contigo.
33G EN VENTANILLA
Los sueños son tan reales, como estado de vigilia,
algo más que un mero pasatiempo,
algo más que una faz determinada de interés,
más unidos que un conjunto musical de parábolas,
una temible avería en extrema perplejidad,
un añico de mi seno que no sabe contestar,
distintos y opuestos sueños,
negados al conformismo de las cadencias,
revuelven en sus olores la aroma que nunca duerme,
vagos sueños nebulosos,
no se deben seccionados, contados, aumentados,
no se ven sustituidos por ojos del invisible.
Sueños mios que pasaron al asiento 33G en ventanilla,
Lo cierto es que no sé cuánto tiempo permanecerá el ensueño,
aquí cesante a despilfarrar espacios,
se que esperan un abrir de paracaídas,
Pues hay sueños inmortales que cuestan hasta la vida.
Lianetta Perello, La Habana, Cuba (1974). Graduada de diseño de interior, actriz, columnista independiente, escritora y poeta. Desarrolló una inclinación por las letras y la fotografía a temprana edad.
Lianetta Perello, Havana, Cuba (1974). Graduated in Interior Design, actress, freelance columnist, writer and poet. She developed a passion for letters and visual arts since an early age.