Título original.Up in the Air . Año 2009. Duración 109 min.País EE.UU. Director. Jason Reitman. Guión. Jason Reitman, Sheldon Turner (Novela: Walter Kim).Música Rolfe Kent. Fotografía. Eric Steelberg. Reparto: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Jason Bateman, Tamala Jones, J.K. Simmons, Danny McBride, Chris Lowell, Zach Galifianakis, Steve Eastin, Melanie Lynskey
Sinopsis
A Ryan Bingham (George Clooney) lo contratan las empresas para reducir personal, porque es un experto en despedir gente. Desde hace tiempo, Ryan vive despreocupadamente viajando en avión por todo el país. Puede llevar todo lo que necesita en una maleta con ruedas y es un miembro mimado de todos los programas de fidelización de viajeros que existen. Además, le falta poco para alcanzar el objetivo de su vida: acumular una desorbitada cifra de millas recorridas, lo que le daría acceso a un restringido y selecto club. Sin embargo, Ryan no tiene nada auténtico a lo que aferrarse. Cuando se siente atraído por una atractiva compañera de viaje (Vera Farmiga), otra viajera recalcitrante, el jefe de Ryan (Jason Bateman), animado por una joven experta en eficiencia (Anna Kendrick), amenaza con atarle a un despacho. Enfrentado a la perspectiva, a primera vista terrible de ser destinado a un puesto fijo, Ryan empieza a meditar sobre lo que significaría tener un hogar de verdad. (FILMAFFINITY)
Ayer revisé este film con la única pretensión de ver a un buen actor en la palestra. Estudiar sus registros, me ha permitido entender que Georges Cloonney trabaja, desde hace tiempo, el mismo papel. Con una inconveniencia: la perfección a la hora de ser… “elguapo-inteligente-apaga-fuegos-capaz-de-mostrar-sentimientos-y-emociones-distintas”.. Aunque hay que reconocer que le dieron un óscar por hacer de recluso chiflado en O Brother, Where Art Thou? de los Coen. Un óscar, cuyas razones, deben ser, las de no haberse interpretado a sí mismo como un ser común y humano.
Pero hablando de este tema -de lo humano me refiero- me había olvidado cual es la profesión del personaje principal: despedir a los empleados y cargos ejecutivos de la clase media americana. Con un guión del galardonado Shelton Turner que escribió con bastante fortuna The Longest Yard (2005) y The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning (2006). La película está basada en una novela del mismo nombre de Walter Kim. Como un gavetero donde se guardan distintas prendas. En el mismo, hay una serie de “cajones” donde se almacenan una pluralidad de temas que dan categoría a este film.
Quizás el más importante, pero no el más destacado – no olvidemos que la película tiene un protagonista con un discurso propio- sea el ver en primer plano a los distintos rostros de la desdicha argumentar las razones por las cuales ellos se exponen a ser despedidos. Ser desahuciado de tu puesto de trabajo, si no te lo esperas, origina una maldita sorpresa que, a continuación, genera una manojo de respuestas imprevisibles y hasta patéticas. No olvidemos que una de estas personas que Ryan despide, se suicida. Uno se puede ver identificado con toda tranquilidad en aquellos personajes sostenidos y airados al mismo tiempo por la noticia del adiós – aquí está la gracia del director Jason Reimar ( Juno y Gracias por fumar)- y a la vez congeniar con el protagonista a pesar del papel de verdugo que le toca fungir. Y es que Ryan lo tienen entre la espada y la pared en su empresa porque una nueva jefa recién salida de la universidad (Anna Kendrick) quiere obligarle a regresar a su despacho y atender a los despedidos por videoconferencia. La relación paternal que se creará entre los dos y la que se unirá durante su recorrido por EE.UU con otra directiva (Vera Farmiga) de su mismo rango creará en este triángulo, no precisamente una tensión, sino un diálogo a dos bandas con distintos resultados a dos cuestiones: su futuro laboral y su futuro afectivo.
Up in the Air salió en el momento justo: 2009… en plena crisis. Supo unir realidades tan actuales como el declive empresarial y financiero, la soledad de los nuevos profesionales en su lugar de trabajo, o el eterno dilema entre vida estable o vida de estrés. Dio con su relato la frescura necesaria para no caer en maniqueísmos fáciles. Y dio vida plena a un personaje que, en sí, no tendría por qué tenerla. En fin una película donde, en el fondo, nada queda en el aire. ER