Empecé hoy, conmigo mismo, a dialogar hacia el despertar del alba. Durante el insomnio -a las 4,15 am aproximadamente- había leído un artículo sobre el estimado artista plástico Miquel Barceló desde mi Huawei P20. La próxima inauguración de su obra en la casa Milà de la capital catalana creó el recuerdo en mí de un sueño con él y una particular atmósfera en su estudio. Apareció, perdido entre telas y abrazos pictóricos, desnudo y vital para iniciar su particular quehacer. Mientras, juntos, conversamos sobre qué sería mejor mostrar al público. Alrededor nuestro, un sinfín de calaveras y las cien mil manchas de pintura que habitan en su camiseta, su overol y sus zapatos azabache. Al final, brotó el recuerdo de aquel abrazo hacia su figura en París durante el verano del 2016, mientras mostraba las telas realizadas en su querido Malí.
— ¿Pero qué se dijeron entre ustedes? Me pregunta mi amigo Reynaldo mientras el cortadito se muere de frío en la taza en una cafetería de Barcelona.
— A veces pienso que, las funciones gramaticales en un diálogo, poco importan durante el recordatorio de un sueño. En cambio, de súbito, percibí la glicerina o los ácidos grasos en sus frascos de pintura al óleo y el silencio sucio de aquel espacio que nos unía.
Otras conversaciones
“Encontrarse en la calle con un amigo, asomarse desde el balcón para ver lo que pasa, irrumpir en una habitación ajena por error, pararse de asombro al oír un grito, sentir suspirar a un desconocido que pasa a tu lado, extasiarse ante una belleza inesperada, constituyen episodios de la vida cotidiana” Carlos Gurméndez. Sentimientos básicos de la vida humana. Ediciones Libertarias 1994.
Todo lo citado por este filósofo son motivos de conversación y acercamiento a las preguntas. Si bien es cierto que él lo sitúa en el capítulo primero que habla de los encuentros entre los seres humanos, yo lo ubicaría como un preámbulo hacia el dialogo con el otro.
Conversación con uno que se “fue”
— ¡Humberto! Me detengo y lo abrazo en una calle del barrio. Fue mi compañero de pupitre cuando íbamos a la escuela durante mi infancia y hace una década hablamos de nuestro pasado
— ¿Quién es usted?
— Humberto, no jodas.
— Tu no eres San Nicolás ni tienes un avión rojo
— Hum…
Detrás, una señora latinoamericana lo coge del brazo y le limpia los labios con un pañuelo blanco y me indica lo siguiente
— Disculpe señor. Póngase a un lado. Muchas gracias.
Conversación sobre la historia. Título de una revista que habla en sus artículos sobre las controversias del pasado poniendo los hechos en primer plano antes que la ideología de cualquier articulista tome partido. E incluso, reflejando el presente a partir de acontecimientos que durante el pretérito de un país tuvieron semejanzas, por ejemplo: las demandas de los ganaderos y agricultores en Europa en este momento. Por cierto, las conversaciones con las autoridades de la Comunidad Europea no están funcionando y hay muchas carreteras ocupadas por sus tractores. Curiosamente, la “no-conversación” es fruto de ruido, incendios de neumáticos en las autopistas, y enfrentamientos con la policía.
Títulos de libros
…donde este nombre común aparece citado “Conversaciones en la catedral” Mario Vargas Llosa. “En defensa de la conversación” Sherry Turkle. “Temas de conversación” Miranda Popkey “Conversaciones sobre cine” Raúl M. Osorio y Jesús Urbano. …
Una conversación cotidiana hoy mismo.
— ¿Eduard? ¿estás ahí en el estudio?
— ¡Sí cariño! Dime ¿cómo ha ido el día en la oficina?
— ¡Eduard! ¿Por qué no bajas?
— Sí ahora voy. Estoy acabando un artículo y en quince minutos hablamos. Dame un tiempecito please.
— Es importante. Ven al comedor enseguida por favor. Tengo que decirte…
— Espérate unos minutitos. Debo de entregar esto al equipo de Nagari antes de las 8pm
— ¡Parece mentira! Cuánto más te necesito, siempre me vienes con excusas.
— ¡Por favor! ¡No seas así!
— Está claro. Nunca me escuchas. ¿Sabes qué? Se acabó la conversación. Me da igual si bajas o no. Haz lo que te dé la gana. Nunca te importa lo que digo cuando llego a casa.
— Pero mujer…
Hubiera sido un sobresaliente acabar el artículo con un entendimiento ¿no? Dar a razonar que este oficio -no el de articulista sino el de interlocutor- debería procurar una mejor pleitesía a su compañera sentimental.
Conclusión: Tendré que leer un libro que me olvidé su cita y tiene por título
La verdad es que, acabar así, dan un poco de vergüenza. ¿No creen?
Grrrrrr. Conversar es escuchar y entenderse a partir del respeto y un pacto. Así de sencillo
© All rights reserved Eduard Reboll
Eduard Reboll Barcelona,(Catalunya)