misterio humano (II)
En la mano
de un mendigo: desesperanza
y fe.
Si tuviera en la punta
de la nariz
una mariposa
O si
fuese
un unicornio,
Si fuese un ángel de alas
afelpadas
O un mensajero
de otros mundos ¿Lo sabría?
Si viera
un cielo triste llorar
en otros ojos ¿Lloraría?
¿Qué sabe este hombre
de la multitud?
después del amanecer
Ya cuando la utopía se deshizo,
liberados
de su agobiante sueño,
muerta la ruta de la auténtica seda,
rota por fortuna la armonía,
sus decretos, abrogados por fortuna, sus absurdas
conminaciones,
por fortuna irrisorias –ya no
aterradoras;
ya no limpio el camino por la sangre,
ya no puro el sacrificio ni la marcha.
¿No es fortuna impíamente
que lo muerto
ha muerto y merecía
por fortuna morir?
Ahora el hombre-rey
camina el mundo
como un bosque irreal
Ahora el hombre-niño
camina las ruinas-rastros
de venas secas.
Ahora piensa sombras,
busca sombras; quiere sombras. Deambula las
horas malditas– ruminatio.
Su enajenada fe le dice que han
perdido el hablar
las estrellas; Triste le niega a Dios su hijo, aparta la mano
que aparta el puñal
del primogénito. Triste
su fortuna en desamparo:
Ver al destino de espaldas,
–¡como antes!– y en la misma oscuridad.
Francisco Larios, Nicaragüense; reside actualmente en Estados Unidos. Ha publicado un poemario, “Cada Sol Repetido”, anamá Ediciones, Managua, Nicaragua, Noviembre del 2010 (disponible en amazon.com). Tiene varios libros inéditos, así como poemas dispersos en publicaciones impresas y digitales, tales como Hilo Azul (Revista del Centro Nicaragüense de Escritores), Círculo Poético (México), Revista Soma (Nicaragua), Letralia (Venezuela), Baquiana (Estados Unidos).