Allí yacía el piano en una esquina del salón, siempre laureado con un jarrón de flores frescas, entre el metrónomo y la fotografía de Margarita.
Yo no entendía la función de aquel instrumento silencioso que ya nadie tocaba. Como solución le propuse a mi madre aprender a tocarlo, que me llevara a clases de piano. Puso una excusa: “eres demasiado pequeña, además, ya no te queda tiempo entre la escuela y la danza”.
Un día la maestra nos puso como tarea aprender unos versos de memoria para recitarlos el día de Sant Jordi. La elección era libre. Así que entré en la habitación impoluta de Margarita y hojeé el libro que todavía reposaba en su mesita de noche. Me llamaron la atención los siguientes versos:
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso ,olvidada, se desmaya una flor.
Mientras los recitaba, pensaba en mi hermana. Me ilusioné imaginando que se sentiría orgullosa de mí.
© All rights reserved Isabel García Díaz
Isabel García Díaz (Barcelona-1958). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Se dedica a la docencia y a la escritura. Ha escrito microrrelatos y cuentos (Revista Nagari). Próximamente se publicará su novela “Cuadernos de soledades” (Huerga y Fierro Editores). También ha realizado varios trabajos monográficos (UB/AEN) y ha impartido conferencias sobre literatura y cine. La última de ellas titulada “La lengua de las mariposas: del libro al cine” (ICAIC y Embajada de España en Cuba)