Ahora que mi mundo empequeñece
con el coronavirus, me parece
que en nuestras juventudes todos hemos
sido pillos ruidosos y blasfemos.
Quizá algún día, en una biblioteca,
una señora encanecida y seca,
llevándose dos dedos a la boca,
nos increpó –“¡silencio!”– y “¡vieja loca!”
fue lo primero que pensamos, pero
ahora entre mis libros, prisionero,
su severa mirada me sorprende,
pues de silencio y de quietud depende
el futuro del mundo, qué ironía.
Señora: la recuerdo todavía.
© All rights reserved Pedro Poitevin
Pedro Poitevin es lógico matemático y poeta experimental. Trabaja como profesor asociado de matemáticas en Salem State University, en Salem, Massachusetts. En su tiempo libre, escribe palíndromos y poesía. Su página de Twitter es: @poitevin