LOCUS AMOENUS
El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
Johan Wolfgan von Goethe
Te añoro previamente
y vislumbro tus paredes.
Más que confín,
pasarela son al nirvana.
LA MUJER DE LOS OJOS CRUZADOS
A Guadalupe Nettel
Sé que esa mirada doble le preocupa:
Lo sugiere el velado de sus textos.
Mas ese misterioso dejo de ternura me convoca.
Hay una voz presa en esa visión que altera,
y desde su dolorosa realidad, a la mía con gratitud responde.
¿Qué misterioso don la acompaña,
que tras su mirada extraviada en los contornos
parece hablarme en una lengua que sólo dos conocen?
Hay una tímida seducción
en el extravío de su triste pupila.
Y en realidad soy yo el que caigo
en un no sé qué por su desvío.
AHORA O NUNCA
Anda, bésame.
Pero hazlo en la complicidad de la noche,
cuando el viento es amigo
y podemos tragarnos toda la oscuridad.
Mas allá de la transgresión…
Más allá.
Más allá de la culpa y la confesión.
Más allá de lo inmediato o perecedero…
Más allá.
Más acá.
ARGUMENTO DEL BESO
Tienes razón:
un beso solo… no basta.
¡Ah! pero no es ese único
y seguro acto creador
lo que buscamos:
es la avalancha
que sin demora ni ritos
nos provoca.
MI DÍA SE ECHA A PERDER
Se entrecierran sus ojos de penumbra y de fuego
y propone al deseo el enigma de su cuerpo
con el tierno abandono de un dios que es mujer.
Margarite Yourcenar
Mi día se echa a perder si no me doy una ducha en la mañana.
Sin embargo, no acostumbro bañarme antes de acostarme.
Sólo me lavo la cara, me cepillo los dientes y me voy a la cama.
Anoche tuve que bañarme y embadurnar con jabón los ventanales.
Esta mañana tuve que hacer lo mismo.
Todavía subsiste el bálsamo de la pequeña laguna
marcada en la parte anterior de las pantaletas negras.
A estas alturas me pregunto si las emanaciones
son partículas embutidas en las paredes de la nariz
o son registros electromagnéticos
que permanecen en mi cerebro aun en contra de mi voluntad.
UN ACUERDO SIN FIRMAR
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Joaquín Sabina
Por supuesto: me dejas transformar
tu natural y heredada locura,
que se transmuta en otros enseres,
en otros tapujos que no son más que la locura misma.
Tu urgencia, que por lo general arrasa con casi todo,
con mi paz [que es a veces irritante sosiego]
se reduce o disimula.
Yo te dejo entrar en mi esfera lunar que contempla y analiza
(mejor aún: te doy permiso)…
o te apaciguas en mis moléculas de humor
ese humor que abarca y sintetiza.
Entonces te detienes… emulas…
te amoldas …
Y ahí, en ese lugar anacrónico y oculto,
tu discurso se vuelve mi discurso…
y en trance singular,
mi distancia es ahora tu propia respiración.
Unas posibilidades se abren…
otras se cierran.
Y para entonces…lo demás nada importa.
TEMA DECANTE PARA UN BOLERO
“Te vas porque yo quiero que te vayas,”
canta el macho bolero.
A fin de cuentas…
adiós contornos glúteos
que deslindan adiposas pelvis:
dobles pistolas envainadas
tras ricas fundas de piel.
Por mi parte,
admito que mastico arena.
Mas si hubo gusto en algún cuarto ajeno,
la memoria excluye momentos felices;
y, tras severo inventario este saldo dejas:
interminables soliloquios,
indiscretos vellos que la lengua hieren,
mocos de transnoche, de neurosis lágrimas,
ayuno vómito, nicotino aliento,
imprudentes eructos de ron y desvelo,
exabruptos con diarrea del simpático nervio,
mariscosas menses, con sabor a orina,
residuos peligrosos de otras leches
¡Sabe Dios cuánto in vitro ahogó tus centros!
Como ves, no es mucho: evulsión, hernia.
Amor: exactor mortis que barre el viento.
Aborda tu frágil bote de vela.
¡Y buena suerte!
“Cuida que no naufrague” con tu nuevo mecenas.
ECUACIÓN Y PUNTO
Medusa, algún poder inexplicable
dictó el acertado principio dialéctico
de que ahora tu presencia
es sinónimo de calcinante dolor atrancado en hipérboles,
más todo el remanente que ese dolor arrastra.
¿Qué respuesta me nace? Pues me nace una respuesta:
en la más insignificante de las vértebras,
desde las más ridículas estructuras moleculares
que en algún momento iniciaron mis vísceras,
hoy decido solemnemente no verte jamás.
Simple y sin rodeos:
tu presencia hace daño y punto…
ni seguido, ni aparte, ni suspensivo… estrictamente final.
© All rights reserved Héctor Manuel Gutiérrez
Héctor Manuel Gutiérrez, Miami, ha realizado trabajos de investigación periodística y contribuido con poemas, cuentos, crítica literaria, y artículos para Latin Beat Magazine, Latino Stuff Review, Nagari, Poetas y Escritores Miami, Signum Nous, Suburbano, Ekatombe y Nomenclatura, de la Universidad de Kentucky. Ha sido reportero independiente para los servicios de “Enfoque Nacional”, “Panorama Hispano” y “Latin American News Service” en la cadena difusora Radio Pública Nacional [NPR]. Funge como lector oficial y consultor de la división Exámenes de Colocación Avanzada en Literatura y Cultura Hispánicas en College Board. Es también consultor para el Banco de Evaluaciones Interinas y Exámenes del Departamento de Educación de la Florida. Cursó estudios de lenguas romances y música en City University of New York [CUNY]. Obtuvo su maestría en español y doctorado en filosofía y letras de la Universidad Internacional de la Florida [FIU]. Creador de un sub-género literario que llama cuarentenas, es autor de los libros CUARENTENAS, Authorhouse, marzo de 2011 y CUARENTENAS: SEGUNDA EDICIÓN, Authorhouse, agosto de 2015. Les da los toques finales a tres próximos libros, CUANDO EL VIENTO ES AMIGO Y OTRAS CUARENTENAS, entrega poética, AUTORÍA: ENSAYOS AL REVERSO, antología de ensayos con temas diversos y LA UTOPÍA INTERIOR, estudio analítico de la ensayística de Ernesto Sábato.