Guión y producción: Maricel Mayor Marsán.
Dirección y coreografía: Sonia de Martín Iriarte.
Asistente de dirección: Hannah Ghelman.
Elenco: Luisa Buitrago, Hannah Ghelman, Magyani Medina, Débora Von Habsburg.
Sinopsis de la obra
Cuatro mujeres, cuatro nacionalidades, cuatro historias paralelas, cuatro almas que convergen en la soledad de un pantano…
“Abstinencias es un reto imaginativo para un director. Cuando un director se identifica en la primera lectura con los personajes de una obra (ya sea teatro o guion de cine o serial de TV) quiere decir que lo que tiene ante sí, es un texto que encierra un pasaje de la vida, vivido, escuchado o referido, pero siempre (al menos en mi caso) es como si tuviera enfrente un gran espejo, que me mostrara la realidad de esos personajes, un trozo de sus vidas concebida por el Escritor, para que el Director los recree en su imaginación después de haberlos conocido a través de la lectura y los convierta en seres vivos sobre la escena. Ese fenómeno extrasensorial, fue el que recibí cuando llegué al final de la obra y vi correr a las cuatro Almas en Pena por el escenario mientras ejecutaban la danza que sugiere Maricel Mayor.”
Estas son las palabras de Marcos Miranda dramaturgo y director de teatro, radio y TV al presentar una reseña sobre la obra de la autora.
Una música espiritual nos acompaña en medio de una escenografía llena de troncos, lianas y tierra oscura. Estamos en un pantano, o mejor dicho, los Everglades y su salvaje naturaleza forman parte del paisaje escénico. Su magia y su contenido húmedo acompañan a la supuesta desdicha de cuatro mujeres llenas de pesar y humor al unísono por lo que les ocurrió en sus vidas como mortales. Para ser precisos… estos cuatro seres nos hablan desde el Purgatorio “Espero que Dios se apiade pronto de nosotras y San Pedro nos venga a buscar rapidito para salir de aquí.” dice la mujer andaluza.
La puesta en escena intenta combinar dos géneros y alternar este drama en sí hacia el lado de la comedia cuando la dureza de diálogo o la acción lo requieren. Una estrategia inteligente desde la dirección (Sonia Martín) para no hacer una apología unidireccional sobre un tema tan delicado y vigente hoy: la violencia de género.
También anotar las transiciones de escena a escena de las actrices con variedad en distintas propuestas musicales -la mujer andaluza ingresa con su monólogo con la pieza “Entre dos aguas” de Paco de Lucía. La danza, en cambio, les permite unir sus cuerpos y sus desdichadas historias para una puesta en común de la dulzura o lo emotivo.
Destacar la disposición energética de sus actrices (Luisa Buitrago, Hannah Ghelman, Magyani Medina, Débora Von Habsburg) así como su “concupiscencia” entre ellas cuando la solidaridad o la “abstinencia” que cuenta el personaje lo requiere. A veces, el dolor necesita, no sólo de la desesperación de un grito, sino cierto duelo a través de un baile al unísono. O incluso, cuando aparece el humor, saber compartir la carcajada: “Lo que más me dolió antes que me despedazara es que no tuvo ni la delicadeza de hacerme el amor… el muuy desgraciao”.
Maricel Mayor, su autora, ha ubicado a estos cuatro personajes en el Miami de hoy, antes de su muerte. Y lo ha hecho con el propósito de poner s sus víctimas bajo una tónica común: las relaciones afectivas con sus hombres desde la violencia o el adulterio. La huida de sus respectivos países y la llegada a Estados Unidos de algunas. Otras, desde la propia adaptación al nuevo hábitat. Y lo ha hecho bajo la pluralidad. Desde el origen de donde provienen (Cuba, Colombia, España y del propio EE.UU) y con problemáticas distintas ante el mismo eje del abuso.
Lo que sí ha procurado nuestra dramaturga es “no-abstenerse” de abordar la problemática que, desafortunadamente, hoy tienen que asumir aún muchas mujeres en nuestra cultura latinoamericana del continente y en esta ciudad. El compromiso con la causa lo demuestra con sus diálogos y una excelente producción. ER